|10-09-24| A TODOS LOS SACERDOTES Y COLABORADORES PARROQUIALES.

 
Queridos hermanos:
 
El inicio de curso es un momento propicio para organizar la actividad pastoral que nos compromete a todos y coordinar las diferentes acciones que benefician a la comunidad diocesana y se ponen al servicio de toda la sociedad.
 
Son muchas las ideas que el obispo guarda en su mente y con las consiguientes actividades a poner en marcha pero es consciente que debe contar para ello con la disponibilidad y la colaboración de todas las comunidades e individuos que las componen. Os recuerdo que el FULL diocesano recoge dos aportaciones de un servidor dirigidas a todos: en la primera, el domingo uno de este mes, una llamada-saludo para empezar el nuevo curso pidiendo a todos más tiempo disponible y mayor responsabilidad en los sectores pastorales; en la segunda, el domingo ocho, un breve resumen de los objetivos pastorales para este período anual.
 
La pretensión de esta nota es relativamente simple: solamente quiere recordar la importancia de las tareas que cada uno realiza (laico, clérigo, religioso) voluntariamente en su parcela pastoral y por manifestar la exigencia y el deber de mi labor episcopal.
 
Para todos los sacerdotes, diáconos y consagrados quiero resaltar mi gratitud y pedir un mayor esfuerzo en la dedicación ministerial. Como cada año deseo que todos crezcamos en nuestra adhesión a Jesucristo y nuestro servicio comunitario. Os pido que cuidéis todas las dimensiones de la personalidad; atended con más esmero y generosidad al Pueblo de Dios que se os ha confiado. Por una parte la oración personal y comunitaria, la vivencia de los sacramentos, la organización de todos los ámbitos pastorales. Por otra parte que cada día aumente más vuestro tiempo y vuestra entrega a cada una de las personas que solicitan un consejo, una orientación o una ayuda. Os adjunto la carta que os dirige el Delegado del Clero y os animo a participar con interés y con convicción en las actividades preparadas para todo el presbiterio. Debería sentirse como obligatoria la asistencia.
 
Para todos los laicos. Quiero insistir en agradecer vuestro servicio en las distintas responsabilidades encomendadas en el ámbito de la Palabra, la liturgia y la caridad. Pido a Dios que nadie se canse de colaborar en cualquier aspecto parroquial o diocesano; que no cunda el desánimo ante las dificultades, provocadas o involuntarias, de los demás o de nuestra propia situación personal. Es fundamental vuestra ayuda en los consejos parroquiales o de economía donde la opinión experta empuja a revisar constantemente las decisiones que se toman para bien de todos. Una cosa debe quedar clara: compartimos responsabilidad y ponemos a disposición de los demás nuestras cualidades y saberes. No olvidéis nunca la dinámica sinodal que impulsa el papa Francisco y que se sustenta en la satisfacción de tantas comunidades católicas que siguen con valentía las orientaciones sobre la corresponsabilidad eclesial en todos los niveles.
 
Nuestras oraciones tienen un componente especial en este curso: el Sínodo de Obispos que se reúne en Roma durante todo el mes de octubre próximo y conoceremos sus resultados doctrinales y organizativos que nos afectan a todos. Os recuerdo que las orientaciones en torno a la colaboración de laicos y clérigos en el funcionamiento de las comunidades parroquiales y diocesanas nos obliga a revisar la propia actuación para mejorar las relaciones de unos y otros. Conviene, y así lo hemos repetido en estos últimos años, que los laicos desempeñen determinadas tareas pastorales que les son propias, no sólo por el decreciente número de consagrados sino por la vocación bautismal que hace responsables a todos del funcionamiento de las comunidades y de la Iglesia en general. Me parece que esa es la línea de actuación que impulsa el papa Francisco para el bien de la Iglesia en este siglo XXI.
 
También os pido oraciones por los frutos del Jubileo del año 2025. Así lo insiste el papa Francisco desde el primer momento de la convocatoria. En el FULL del próximo domingo hago un breve resumen de este acontecimiento eclesial. Pondremos en vuestro conocimiento alguna acción diocesana que nos una a los sentimientos de toda la Iglesia.
 
Recibid un cordial saludo en el Señor.
 
+ Salvador Giménez Valls
Obispo de Lleida.