
Como cada 24 de octubre, la parroquia de San Antoni Maria Claret, del barrio leridano de Balàfia, celebró ayer la fiesta de su patrón con una misa solemne concelebrada por los claretianos de la ciudad y con la participación de un numeroso grupo de fieles. Durante la celebración se va recordó la figura del Pare Claret por medio de algunos símbolos que le son propios. No faltó el pañuelo de farcell y el bastón que recuerdan su caminar para anunciar la Buena Noticia de Jesús, así como una Bíblia para expresar su dedicación por dar a conocer, amar y seguir las ensenñanzas de la Palabra de Dios. En este sentido se hizo mención a una imagen del santo colocada al pie del altar realizada por uno de los claretianos de la comunidad de Lleida, el P. Josep M. Vilarrubias, y un ejemplar del Nuevo Testamento de la editorial Claret traducido del original griego al lenguaje popular catalán por el P. Jaume Sidera, también de la comunidad leridana.
Se ha recordado que fue en Lleida donde por primera vez se llamó Pare Claret a este misionero y también se hizo mención de la misión que predicó en Lleida en mayo de 1846, así como de su participación en la procesión de Corpus de aquel año, que quedó reflejada en un cuadro que se conserva en la entrada de la iglesia.
En su homilía, el P. Nemesi glosó la vida del santo destacando que vivió pobremente, que predicó el evangelio a la gente sencilla con un estilo popular y sencillo, para que todo el mundo le entendiera, que fundó la congregación de los Claretianos, etc. Remarcó también las dificultades con que se topó por ser fiel a la labor evangelizadora, y animó a todo el mundo a imitar al P. Claret para que cada uno responda así al desafío de ser comunidad desde la vocación rebcibida en el bautismo.
Como ya es tradicional en esta fiesta, los grupos de pastoral –catequesis, liturgia, jóvenes, vida creixent, càritas, limpieza, etc.– presentaron a la comunidad parroquial los objectivos de sus trabajo para el presente curso.
La celebración finalizó cantando todos el himno al P. Claret y rezando juntos su oración apostólica, que está escrita en una cerámica colocada en una pared lateral de la isglesia.
