[18-11-24] “Cáritas me ha cambiado la vida”. Con estas palabras, Naima Erradi expresaba su agradecimiento a Cáritas Diocesana de Lleida durante el acto que, con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, tuvo lugar la tarde del sábado 16 de noviembre en la parroquia de Sant Antoni M. Claret de esta ciudad.

La Jornada Mundial de los Pobres es una iniciativa del papa Francisco que este año ha celebrado su octava edición bajo el lema “El clamor del pobre llega a la presencia de Dios” y que tiene como objetivo dar visibilidad a los pobres de toda índole y rezar por ellos. Con este propósito, las delegaciones diocesanas de Lleida de “Pastoral Obrera” y “Caritativa y Social” dieron a conocer la situación de pobreza en la actualidad y los retos a afrontar, a través de una mesa de testimonios centrada en la precariedad laboral como nueva forma de esclavitud, que fue presentada por el delegado diocesano de Cáritas, Joan Carles Nicuesa.

Fueron tres testimonios que, desde diferentes perspectivas, hablaron sobre la precariedad laboral. El director de Cáritas Diocesana de Lleida, Rafa Allepuz, como economista, explicó las distintas formas de precariedad laboral; Imma Romeo, del Movimiento ACO (Acción Católica Obrera) y sindicalista de Comisiones Obreras, habló sobre las herramientas que los sindicatos tienen para lograr mejoras laborales; y Naima Erradi, mujer inmigrante, expuso su testimonio como trabajadora de Troballes.

Posteriormente, se celebró una eucaristía presidida por el obispo Salvador, quien puso de relieve las diversas manifestaciones de la pobreza y los objetivos de la Jornada Mundial de los Pobres, agradeciendo a todos los voluntarios y trabajadores de Cáritas su labor para hacer posible la lucha contra la pobreza.