|24-10-24| Arrels Sant Ignasi ha acogido de enero a septiembre de este año a 1.685 personas, de las que 1.185 estaban en situación de sin hogar y 204 de sin techo. "El año pasado eran 150 y desgraciadamente la cifra va en aumento", ha explicado desde la entidad Rosa Majoral, que ha destacado que son cifras "solo" de Arrels. Majoral ha dado estos datos con motivo del Día de Personas en Situación de Sin Hogar, en el que Arrels ha organizado un flashmob en la plaza Paeria con más de 150 alumnos del Episcopal y del Claver para denunciar la situación de estas personas.

 

El flashmob visualizaba la campaña titulada "El Camino de Santiago". Con este lema, quieren destacar el largo y dificultoso camino que recorren las personas sin hogar en su lucha diaria para conseguir estabilidad y dignidad. Utilizan la figura de Santiago, una persona en situación de sin hogar, como símbolo de todas aquellas que se encuentran en esta situación y que iba recorriendo los diferentes derechos básicos que le son vulnerados, como un albergue, un ropero, un servicio de salud o un espacio de formación. La campaña, que cuenta con el apoyo de Cáritas, la Fundación Jericó, la Fundación Entre Tots i per al Bé de Tothom (Llars del Seminari) i Sant Joan de Déu Terres de Lleida, quiere mostrar estas barreras invisibles pero muy reales, y promover una sociedad más justa que elimine las piedras del camino, ofreciendo más recursos y dignidad a las personas en situación de sin hogar con el fin de conseguir una vida estable y de no estar en soledad.

 

Además, Majoral ha señalado que "cada vez hay más vivienda insegura y más personas sin ingresos" y ha destacado la soledad de estas personas. "La campaña no solo apuesta por la inclusión, sino también por la convivencia, puesto que el 21% de las personas no tienen a quién recorrer", ha afirmado. Por todo esto, ha pedido a la ciudadanía a sumarse a erradicar el sinhogarismo, que combata los discursos de odio y aporofobia practicando la buena vecindad y la cultura de la hospitalidad y a la administración que garantice el derecho al empadronamiento, la aceleración al acceso a la vivienda y el refuerzo a los recursos de salud. También ha pedido en el mundo empresarial que abra oportunidades laborales.

 

En primera persona

Felipe Giménez tiene 51 años y viene de estar 6 meses en la calle. "Cuando conocí Arrels se me abrieron las puertas del cielo, puesto que fue una ayuda muy importante y ahora ya me encuentro en una situación en la cual tengo trabajo", ha explicado. Ha aprovechado para denunciar la poca empatía de parte de la ciudadanía cuando estaba en la calle y cree que la sociedad no está concienciada en la hora de ayudar a entidades como Arrels.