El pasado día 7 de marzo de 2024, coincidiendo con la firma de la escritura de constitución de la Fundación que le sirve de envoltorio jurídico, hicimos el acto de celebración del 30.º cumpleaños de Arrels Sant Ignasi.

 

De hecho, la Fundación solo es la herramienta y el esqueleto de la entidad, que nació del empujón y la fuerza del Padre Joan Suñol, de su firme voluntad de atender a las personas más desfavorecidas y excluidas, de un sistema que los es hostil, acompañándolas, ayudándolas a crecer y procurando que no tengan que continuar andando solas.

 

Este camino, pero no lo hizo solo, sino que aglutinó y canalizó las ganas de ayudar de un importante grosor de voluntarios que son el alma y el músculo de la entidad.

 

Aquello, que empezó siendo un proyecto pequeño para dar cobijo y atención a los temporeros que acudían el verano, desgraciadamente se nos ha hecho grande, y decimos desgraciadamente porque en lugar de menguar la precariedad de las familias y las necesidades de alimentos, el número de personas que duermen en la calle, el de personas con problemas de adicción, y en general el de las personas vulnerables no ha hecho más que crecer con el transcurso de los años. Esto ha exigido que la tarea inicialmente realizada por voluntarios se haya apoyado por un equipo de personas entusiasta, preparado y comprometido del cual todos estamos especialmente orgullosos.

 

Durante estos 30 años la Comunidad se ha ido consolidando, pero sin perder la identidad. Continuamos siendo personas que tienen cura de personas, procurando arrastrar con nuestro trabajo voluntades de particulares, empresas y administraciones para que nos acompañen con sus aportaciones de todo tipo en la tarea que desgraciadamente todavía tenemos pendiente, que a veces nos parece inabarcable, y en la que encontramos el apoyo firme de la red del sector social de la Compañía de Jesús. Nos ayuda a ver como nuestra sociedad se ha ido transformando, se han ganado espacios y derechos para las personas más vulnerables.

 

Somos una entidad orgullosamente leridana, que quiere aglutinar y canalizar la solidaridad ciudadana, y desde aquí pedimos a todas las personas que tengan voluntad de ayudar y cambiar la sociedad para mejorarla que, independientemente de sus creencias, religiosas o no, nos contacten para darnos parte de su tiempo, también porque no decirlo sus aportaciones. Os garantizamos, desde nuestra experiencia, que el retorno que recibimos del contacto directo con las personas que atendemos es mucho más gratificante que cabe otra experiencia. Os pedimos que seáis egoístas y queráis compartir esta vivencia con nosotros.

 

Hace treinta años el Padre Suñol plantó la semilla desde la parroquia de Sant Ignasi, y tal como dijo la Dra. Trepat en el acto del aniversario, hoy toda Lleida está llena de 'arrels', desde el Centro Abierto, la botigueta, el Servicio de reducción de daños, el Esplai la Plaça, los Hospitalarios, la Alfabetización, el Piso de reinserción, el Servicio de acompañamiento terapéutico y la Unidad dependiente del Segrià, acogemos, acompañamos, defendemos los derechos de las personas desfavorecidas y transformemos la sociedad.

 

Felicidades, Lleida porque estos 30 años son vuestros, gracias voluntarios, gracias equipo, gracias donantes, empresas y particulares, gracias a los Patrones que nos han precedido (y a los que nos sucederán) y gracias también a las administraciones que quieren avanzar con nosotros, Todavía queda demasiado por hacer, pero no dudéis de nuestra perseverancia, para los próximos 30 años o hasta cuando haga falta.