|22-11-24| La Catedral de Lleida ha acogido como cada 22 de noviembre parte de los actos con motivo de la festividad de Santa Cecília, patrona de la Paeria y de la Guardia Urbana de Lleida. Después de los saludos a los agentes de la Urbana en la avenida Blondel por parte del alcalde, Fèlix Larrosa, el intendente de la Guardia Urbana, Josep Ramon Ibarz, y con la presencia de la consejera de Interior, Nuria Parlon, se ha hecho la tradicional ofrenda floral al altar de la Catedral dedicado a Santa Cecília, de 1964, del escultor Jaume Perelló. A continuación, se ha celebrado la misa solemne oficiada por el presidente del Cabildo de la Catedral, Mn. Paco Ribas, con la presencia de autoridades locales, agentes de la Urbana, otros cuerpos de seguridad y feligreses.

 

Durante la homilía, Mn. Ribas ha agradecido a los agentes "la tarea que hacéis por la ciudad para garantizar la convivencia y la seguridad". Ha resaltado que "nos hemos reunido para venerar la memoria de Santa Cecília, también patrona de la música" y ha recordado que la Santa fue arrestada por difundir la Palabra de Dios y que prefería la muerte antes de que renegar de su fe. "Qué nos enseña Santa Cecília?, el martirio que se funda en la muerte de Cristo", ha añadido. En este sentido, ha querido destacar "la negación de los actos del martirio", que "Santa Cecília es venerada por su entrega total a la fe y de manera similar se entrega la policía para protegernos, incluso sacrificando su seguridad". Por eso, Mn. Ribas ha dicho que "ambas figuras muestran cómo su entrega es un compromiso profundo y un ejemplo diario de entrega a los otros".

El voto a Santa Cecília

Los orígenes del voto a Santa Cecília hay que situarlo en 1640, cuando Catalunya está en guerra contra el Rey Felipe IV, la Guerra de los Segadores, y que duraría hasta el año 1649. El año 1643, los leridanos aceptaron el Rey, puesto que se dieron cuenta que era peor dejar entrar los franceses, cuando esto ya era un hecho. La ciudad lucharía contra los franceses que sometieron Lleida a dos asedios, el más conocido es el de Santa Cecília. Llega el 21 de noviembre de 1646 y cuando parecía una victoria segura de los franceses, y en el momento que los canónigos de la Sede cantaban las vísperas de la festividad de Santa Cecília, se produjo la retirada de las tropas francesas.

La ciudad de Lleida celebró el levantamiento del asedio y la victoria inesperada, atribuyéndola a la intervención de Santa Cecília. Por eso, el 3 de diciembre el Consejo General de la Paeria decidió celebrar con solemnidad esta fiesta todos los años y declarar santa Cecília protectora de la ciudad. El juramento del «voto» de Santa Cecília se hizo el día 22 de noviembre de 1647 en el altar mayor de la Seu, con el Obispo de Lleida y el Cabildo de la Catedral. Santa Cecília es también patrona de la Paeria, desde 1948. Fue una iniciativa de Fernando*Puertas, jefe de la guardia urbana, muy acogida por el Alcalde Víctor Hellín. El mismo año se acordó dedicar un altar a santa Cecília a la Catedral, con retablo del escultor leridano Jaume Perelló.