|02-10-24| Unas 120 personas han llenado hoy la Catedral para asistir a la misa presidida por el obispo Salvador por las víctimas de la Dana en Valencia, coincidiendo con la fiesta de Todos los Difuntos. También han asistido el alcalde, Fèlix Larrosa, y regidores de la Paeria. Monseñor Giménez ha estado acompañado de presbíteros y diáconos de la diócesis y por el obispo emérito Joan Piris. "Joan y yo venimos de Valencia y hemos crecido en aquella diócesis, y por eso nos afecta algo más el que ha pasado", ha explicado el obispo Salvador durante la homilía, que ha añadido que estuvo casi nueve años siendo vicario de los pueblos más afectados por la Dana, a pesar de que allí no tiene familiares. "Esta mañana he hablado con el arzobispo de Valencia para explicarle que haríamos una misa y me ha transmitido cómo está de asustada la gente allá, por eso los cristianos estamos unidos en la oración y rogamos por todos ellos, así como los 202 muertos y los difuntos que tenemos en el corazón, en nuestra diócesis y en todo el mundo".

 
El señor obispo ha destacado que "los creyentes no estaremos nunca abandonados por el Señor, pero a pesar de que no hay explicación por lo que ha pasado, lo tenemos que aceptar. Con catástrofes así hay gente que se aleja de Dios y otros se acercan, porque Dios da esperanza". En este sentido, ha reiterado que "ante el misterio no tenemos más que la plegaria y la aceptación de la libertad humana y de las leyes de la naturaleza" y que "el cristiano no pierda nunca la esperanza, que nosotros creemos que morimos y resucitaremos y esto es lo que mostramos: la figura de Cristo que muere y resucita".
 
Para finalizar, ha agradecido la asistencia de los fieles a la misa y sus plegarias, así como la solidaridad de la gente. "Pedimos al Señor y a la Virgen Maria que tenga a la gloria a los muertos y dé fortaleza a los afectados".