Nació en Vallbona, el 9-XI-1843, diócesis de Tortosa y provincia de Castellón de la Plana. Estudió en Tortosa, Lleida, Tarragona, Valencia. En Valencia se doctoró en teología y en derecho canónico.

Presbítero desde 1867 y obispo desde 1889. En Lleida, el obispo Puigllat le ordenó subdiácono en el año 1864, donde vivió un tiempo con su madre, hermana del obispo Costa Borrás

Estaba en Valladolid cuando le nombraron obispo de Lleida. Allí fue donde recibió la consagración episcopal, por los obispos de Oviedo, Zamora y Ciudad-Rodrigo, el 19-III-1890, festividad de San José.

Hizo su entrada en Lleida como Obispo el 19-IV-1890. Su actividad en este obispado fue abundante y fructífera., por ejemplo, el 3-XII-1890 estableció la Hermandad de Sufragios, entre los venerables individuos del clero diocesano. También es destacable su intervención en las obras del canal de Aragón y Cataluña. Se comenta que, sin su presencia, moral o material, en Madrid, el mencionado canal no se habría hecho.

Al despedir a los soldados que iban a la guerra de Cuba, en la catedral, les dijo algunas cosas, que no complacieron a todos:  - “… si no fuesen los intereses económicos...?”. 

Recuperó las iglesias, hoy parroquias, de San Pedro y de San Martín. 

El obispo Meseguer fue quien inició la formación del museo diocesano recogiendo objetos de las parroquias y ermitas que se encontraban medio abandonadas. Pero su obra magna en el obispado de Lleida fue la edificación del Seminario.

De cómo podían ir ciertas cosas lo testimoniaba él en su correspondencia: “Si hubiera sabido, antes de aceptar el Obispado, como hice por obediencia, que me había de ver en estos gravísimos aprietos, con gusto hubiera declinado el honor que inmerecidamente me ha hecho”. -carta al ministre de Gràcia i Justícia: 10-I-1891.

El 27-III-1905 fue trasladado a Granada. Era arzobispo de dicha ciudad cuando falleció, el día 9 de Diciembre del año 1920, a las 9 de la mañana, de un ataque de uremia. En el  Seminario de Lleida, en el mismo momento de conocer su defunción, le celebraron solemnes funerales cantados.

El obispo de Lleida, Josep Miralles i Sbert, no pudo asistir. Le representó el obispo de Pamplona José López Mendoza García (1848-1923), un buen amigo del difunto obispo Meseguer.

El obispo Miralles apelaba a la nobleza de todos los que formaban parte de la Hermandad del Clérigo diocesano para ofrecer sufragios en pro del alma del obispo difunto. Igualmente convidaba para hacerlo a los que no pertenecían a la Hermandad,  a los religiosos y seglares para que -“...cumpliesen con sus respectivos derechos de justicia, correspondencia y piedad hacia aquel excelente barón, poderoso en obras y en palabras, que falleció bendiciendo a todos...

Mn. Ramiro Viola González