Pedro de Magarola nació en Barcelona; fue canónigo y tesorero de Vilabertran y de la catedral de Barcelona, vicario general y prior de la colegiata de Santa Ana de Barcelona. Obispo de Elna en el año 1622 (Cataluña Norte) y obispo de Vic durante los años 1627 hasta 1634.

Durante su tiempo se planteó el problema jurisdiccional, que terminaría con la instauración de un vicario general con residencia en Monzón que actuaría con los problemas referentes a la zona aragonesa del obispado de Lleida. Desde el capitolio catedralicio y del Ayuntamiento de Lleida y de Roda, se manifestó una oposición con referencia al establecimiento de este vicariato. A pesar de esta oposición el nombramiento del vicario de Monzón siguió adelante.

Se interpretaba como que la indefinición en que se basaba el boletín papal sobre el ámbito de la jurisdicción otorgada al nuevo cargo de vicario general podía convertirse en la semilla de un nuevo obispado. Esta sospecha motivó el rechazo del capitolio de la catedral de Lleida. Capitolio donde no faltaban presbíteros procedentes de Aragón. Uno de los motivos reales o supuestos del establecimiento del vicariato era el de las distancias geográficas; por esta razón la resolución y entendimiento de los asuntos era una tarea difícil.

En el año 1639 se replanteó la organización de dicho vicariato; este vicario debería ser nombrado por el obispo de Lleida y actuaría bajo la total subordinación de este obispo. Una de las tareas del vicario general de Monzón sería la de resolver las causas judiciales de la zona aragonesa. Esta situación perduró hasta el año 1862 cuando el, en aquel momento, obispo de Lleida, Pere Ciril Uriz Labayru, haciendo uso de los mismos argumentos sobre el establecimiento vicarial, lo suprimió; a pesar de que las comunicaciones no eran tan difíciles. 

El obispo Pedro de Magarola murió en Lleida el 20 de Diciembre de 1634, y fue enterrado en la Seu leridana cerca de la capilla de Santa Marta.

Mn. Ramiro Viola González