Queridos diocesanos:

El comentario semanal va dirigido a recordar y ensalzar una figura representativa de nuestra Iglesia y de la cultura española: Santa Teresa de Jesús (Ávila 1515-Alba de Tormes 1582). La fiesta y el recuerdo anual han sido desde hace muchos años el día 15 de octubre. Este año coincide con el domingo y me parecía justo resaltar su figura y su obra para todos vosotros. Además en nuestra diócesis vive una comunidad de vida contemplativa, muy querida por todos, las Carmelitas Descalzas, situada en la actualidad en la Caparrella, pero anteriormente y durante siglos en el centro de nuestra ciudad, donde regentan una parroquia otra comunidad masculina de Carmelitas. Unas y otros tienen a Santa Teresa como maestra de espiritualidad y fundadora de muchas comunidades en su trasiego vital por los pueblos de Castilla. Su influencia en su obra y en sus escritos se deja sentir todavía hoy. Recomiendo la lectura de sus libros, muchos y de profundo contenido psicológico y espiritual, que han servido de guía para muchas generaciones de creyentes.

Es éste un sencillo homenaje a una gran mujer. No había dedicado ningún comentario escrito y me sentía obligado a hacerlo este año. Tal vez por las repercusiones que el llamado feminismo está representando en los momentos presentes y que parece olvidar a un determinado grupo de mujeres sabias, valientes y creyentes. Se me ha ocurrido proponer para vuestra consideración algunas frases de Santa Teresa. Muchos las conocéis. A otros servirán de sorpresa y de acicate para su vida de crecimiento cultural y espiritual. Veamos:

1.      La verdad padece pero no perece.

2.      Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía.

3.      Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa, Dios no se muda. Sólo Dios basta.

4.      Vivo sin vivir en mí y tan alta vida espero que muero porque no muero.

5.      Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor.

6.      La vida es una mala noche en una mala posada.

7.      7 La única razón que encuentro para vivir es sufrir y esto es lo único que pido para mí.

8.      En la cruz está la vida y el consuelo. Y ella sola es el camino para el cielo.

9.      Darse del todo al Todo, sin hacernos partes.

10.   El amor para que sea auténtico debe costarnos.

11.  No podemos hacer grandes cosas, pero sí cosas pequeñas con un gran amor.

12.  El amor perfecto tiene esta fuerza: que olvidamos nuestro contento para contentar a quienes amamos.

13.   Lee y conducirás, no leas y serás conducido.

 Tuvo Santa Teresa una vida muy intensa y conocía con abundancia la psicología humana. Le llamaban andariega por lo mucho que anduvo por pueblos y ciudades. Fundó conventos y se preocupó de la formación de sus hermanas. Contactó con otros santos de su época de quienes recibió y dio consejos. Escribió poesías, cartas y memoriales; por supuesto grandes obras que han pasado a la historia de la literatura valiéndole el título de Doctora: Libro de la vida, Camino de perfección, Las Moradas, las Fundaciones, Meditaciones sobre los Cantares, Las Constituciones.

Creo que sería un buen regalo para la vida actual la lectura de algunas páginas de esta santa mujer que nos da lecciones para vivir, para creer y para esperar. Incluso ha habido músicos que han puesto sus notas al servicio de las letras teresianas haciendo un bien inmenso a todos los oyentes. También obras de teatro y películas cinematográficas.

Con mi bendición y afecto.   

+Salvador Giménez, obispo de Lleida